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Desiguales. Orígenes, cambios y desafíos de la brecha social en Chile

Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD)

El pasado mes de junio Silvia Rucks, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Chile, presentó el libro DESIGUALES. Orígenes, cambios y desafíos de la brecha social en Chile. Un estudio del PNUD que dibuja la realidad del país y que reviste una gran importancia teniendo en cuenta que la reducción de la desigualdad es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) previsto en el marco de la Agenda 2030 y de la que Chile es país firmante.

En los últimos 30 años, Chile ha conseguido grandes avances para el bienestar de su población. De hecho, en América Latina, es uno de los países clasificados como de ingresos medios altos, su tasa de pobreza se sitúa muy por debajo del promedio de la Región y encabeza el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Sin embargo, la reducción de la desigualdad es todavía un problema social muy relevante.

A lo largo del libro se exponen diversos aspectos íntimamente ligados a la desigualdad de la sociedad chilena y, para ello, se utilizan dos perspectivas: la que atañe a las estructuras sociales y la referida a los ideales de igualdad y sentimientos de justicia o injusticia. Esto es así, porque la desigualdad va más allá de los aspectos socioeconómicos tradicionales (ingresos, educación, salud o calidad de vida) abarcando a su vez factores como el respeto con que son tratadas las personas. A estos efectos, y ofreciendo evidencias cuantitativas y cualitativas, el estudio reconoce la desigualdad relacionada con el trato digno y la no discriminación.

El documento, entre otras ideas, menciona la clasificación introducida por el Banco Mundial atendiendo a los niveles de riqueza de América Latina. Según esta institución, existen cuatro grupos: pobres, vulnerables, clases medias y clase alta. Por su parte, el análisis propone otra categorización; reconociendo las clases bajas, clases medias bajas, clases medias y clases medias altas y altas según las ocupaciones profesionales de sus integrantes y estableciendo una relación entre los estudios y nivel de ingresos salariales percibidos.

Además, alude a los resultados obtenidos de la encuesta PNUD 2017; según la cual, el 41% de la población consultada declaró haber experimentado en el año precedente alguna forma de malos tratos. Lo más sorprendente fueron las razones esgrimidas: la clase social (43%) y ser mujer (41%,), el lugar donde vive (28%), la vestimenta (28%) y el trabajo u ocupación (27%).

Entre las conclusiones que se desprenden del exhaustivo informe destacan las siguientes:

  • A pesar de los avances obtenidos en los últimos 15 años, es necesario seguir actuando para reducir las grandes brechas de ingresos existentes entre los estratos sociales. Ejemplo de ello son los resultados obtenidos del coeficiente de Gini en 2015: en Chile alcanzó el 48%, mientras que casi todos los países miembros de la OCDE presentaron porcentajes por debajo del 35%.
  • La trayectoria histórica demuestra que Chile se ha distinguido por ostentar una elevada desigualdad socioeconómica, siendo los más pobres el colectivo más discriminado.
  • La desigualdad de salarios que presenta Chile es una de las más elevadas entre los países de la OCDE a pesar de que el nivel general de salarios creció una media del 120% entre 1990 y 2015.
  • La clase social en la que se nace determina el futuro económico de las personas, siendo muy difícil cambiar el origen social de nacimiento.
  • La redistribución fiscal y los mecanismos de seguridad social han sido eficaces para reducir la desigualdad en los últimos 5 lustros pero todavía son insuficientes considerando el potencial que tienen estos mecanismos en lo que a la disminución de la desigualdad se refiere.

Ante este panorama, el objetivo del libro es indudable: avanzar hacia un desarrollo más inclusivo y un país con mayor igualdad social.